A dormir, ya son las seis

¿Son ideas mías? ¿Es sólamente en mi pequeño universo de Candelaria, o es más extendida en Caracas, en el país quizá, la tendencia a cerrar los negocios cada vez más temprano? ¿A recogerse con los primeros signos de nocturnidad, que gracias al cambio de huso horario reciente llegan ahora media hora antes?


El lunes fui al gimnasio a mi hora habitual, un poco antes de las 7 de la noche, para salir casi a las 9, que es cuando cierran. El sitio queda dentro de un mini centro comercial, uno de estos lobbys de conjunto residencial con pasillos de comercio tan a la moda hace unos pocos años. McDonald's, Burger King y Arturo's en las respectivas entradas, para dar una idea del relativo tamaño del centro comercial (y para dar una idea del reto en que pusieron los dueños del gimnasio a sus socios: negarás tres veces al entrar o salir de acá).

Pues bien. Cuando pasan las 8:30 pm, ya los empleados comienzan a bajar las rejas del gimnasio, cosa de cerrar más rápidamente cuando éste se vacíe. Lo mismo hacen en los negocios vecinos. Pero desde este lunes, ya observé que a las 8 comienza el ruido de santamarías. Y fuera del gimnasio, todos han cerrado ya. La fuente de soda del frente (corrijo: negarás cuatro veces) ya apiló sus sillas y dejó de hacer café desde antes de las 8. Los vigilantes ya impiden el paso por el centro comercial (un atajo hacia el Metro para muchísima gente) con un cordón que tengo que torear o brincar cuando salgo del entrenamiento, por la puerta donde el McDonald's ya atiende con la santamaría casi completamente cerrada a sus últimos compradores, de quienes sólo veo los tobillos...

Fuera del conjunto residencial/comercial no es distinto. La zona que en el día bulle de gente, pues está sembrada de torres bancarias y edificios de oficinas, es una boca de lobo. Una panadería valiente por allá despacha las últimas vituallas de emergencia, unos taxis en la esquina acosan a gritos a los transeúntes ofreciendo el servicio que ya las motos no prestan "tan tarde" (al menos esa es una ausencia que mis oídos agradecen), pero de resto, puras rejas cerradas, en calles por lo demás poco iluminadas, son lo que veo en las tres cuadras hasta mi casa.

Como si viviera en un pueblo recóndito y fueran las dos de la madrugada. ¡Pero aún no son las 9 de la noche y vivo en plena avenida Urdaneta! En el centro de la capital. ¿Qué puedo conseguir si salgo a esa hora a comer o "pasear"?

Taxis y areperas.

Se diría que la zona no es la más apropiada para que los comercios se queden abiertos hasta tarde. Pero exceptuando algún megacentro comercial como Sambil en el este (y el de Candelaria aún se construye; que abra ya será otro cuento, a ver si eleva el promedio de horario de servicio por acá), que yo sepa son pocos los negocios que en Caracas atienden al público más allá de unas pacatas 7:30 pm. ¡Qué digo, si la mitad de ellos ya están cerrados a las 6 pm!

¿Quedarse viendo libros hasta las 9 de la noche y luego agarrar un taxi a casa? Será turisteando en Bogotá, pero no aquí. ¿Comerse una pizza a las 11:30 pm en el restaurant de la esquina y seguir charlando frente a un par de humeantes tazas de espresso, rodeado de mesas llenas de gente, pero no taxistas trasnochados o vigilantes sino señoras como aquellas dos que conversan como si fuera mediodía pero son las 2 am? Sí. Pero en Buenos Aires, no en Caracas.

"Esta ciudad es como... madura, adulta", dije en aquella oportunidad asombrado de que la capital argentina estuviese tan activa a cualquier hora (y ni siquiera hablo de las megalópolis del primer mundo). Eso nos deja con una Caracas... ¿Qué? ¿Niña de pecho ajena a las costumbres decadentes adultas, adolescente tímida y con madre sobreprotectora, vieja gazmoña encerrada en su vetusta casona?

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5 comentarios:

  1. Inos Says:

    Con las gallinas, pibe...

  2. pedroczara Says:

    "Conjunto Residencial Parque Caracas"
    La verdad es que lo confirmo, así es nuestra Caracas... Ni contar sobre la limitante que se nos impone a los jóvenes al momento de decidir cómo pasar el rato... Los lugares cada vez son menos, las diversiones, el esparcimiento y todo aquello que nos pueda liberar del corre-corre de todos los días se está convirtiendo en un lujo del tan apreciado valle. De no ser así podríamos tomar el metro o un taxi a cualquier hora y no depender de nuestro carro o- para los no tan afortunados que viven en una sociedad estructurada en función de los petroingresos, petrocarros, petrogasolinas, petrosistema de transporte, etc- el de un conocido que nos lleve por los cada vez más encerrados Municipios Chacao, Baruta o el Hatillo...
    ¿Se comprende ahora la razón por la que las barriadas poseen Directv con los planes gold y platinum además del trasfondo del consumismo?

  3. María Elisa Quiaro Says:

    No, Caracas también fue libre así como lo es Buenos Aires o HOY en día Bogotá. Tú y yo lo sabemos porque que conocimos una Bogotá de plazas enrejadas y vigiladas por milicos o una Lima silenciosa por los atentados de los guerrilleros de sendero luminoso en los 90. Caracas tiene miedo. Tiene el poco honrroso título de ser una de las ciudades más agresivas y peligrosas del mundo... se lleva por lo cachos a Sao Paulo, por quedarnos sólo en nuestro continente!. Y sin ir muy lejos tú y yo conocimos largas caminatas desde lugares reconditos como el poliedro después de un concierto, o noches de cine y camina pa la casa desde el ateneo hasta chacao y más pa allá. Es sólo que la vida del caraqueno no vale lo que valía... el hampón anda en la calle y el hombre de buena fe se tranca de puertas para adentro. Caracas no es pacata, nunca lo ha sido...también lo sabemos...sólo tiene miedo.

  4. Luis Bond ∴ Says:

    No sólo La Candelaria, de un tiempo para acá muchos sitios cierran rapidito... ojala algún día volvamos a tener vida nocturna...

  5. parvina Says:

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