Review: El bar de las grandes esperanzas

El bar de las grandes esperanzas El bar de las grandes esperanzas by J.R. Moehringer
My rating: 3 of 5 stars

Tenía guardada desde hace un par de años una reseña de este libro, y la propia obra casi desde entonces, pero no recordaba, con ver su portada, qué esperaba de su lectura, por lo que acometerla fue casi leer un libro al azar. Esto tiene sus ventajas: te hace "tomar lo que venga" sin enfrentarlo a expectativas (gracias, mala memoria) y, curiosamente en mi caso, leer rápido, para ver si recordaba qué me había atraído en primer lugar. Y sí, estaba allí, y me dejó buen sabor.
Moehringer construye aquí unas memorias bastante sentimentales a partir de la sensación infantil de la falta de figura paterna, sensación que define muchas de sus decisiones vitales. Su precoz búsqueda de modelo masculino pronto se decanta no en un hombre, sino en una comunidad: la que puebla el bar cercano, que se convierte en su segundo hogar, referencia familiar, fuente de inspiración, centro neurálgico.
Con bastante humor vamos conociendo las luchas del autor para llenar la ausencia paterna, cuidar de su madre (fuerte figura que, no tan obviamente al principio, bien que se basta para sacarlo adelante, y forja desde un segundo plano su carácter), completar su formación universitaria, hacerse periodista. Sus amores, afición literaria, pero siempre, sobre todo, su necesidad vital de llegar cada tarde a la barra del bar y, entre tragos y personajes, construir su sentido de pertenencia, aprender sobre la amistad, la lealtad, las reglas no escritas de la madurez.
Ciertos detalles me sacaban un poco de la historia, uno de ellos curiosamente la constante referencia de Moehringer a la novela que lo obsesionaba escribir sobre ese, su sitio favorito: de una u otra manera, el libro mismo en nuestras manos. ¿Me está contando en este libro cómo no podía escribir este libro?, pensaba. Pero tal vez lo que no llegó a ser "la novela del bar The Publicans" quedó para ilustrar en estas memorias las dificultades de la inspiración, lo inasible de la forma literaria, la evolución de las propias metas. Ahí ganó.
El otro elemento que me descolocaba un poco es ¡lo reciente de estas memorias! Tal vez en la costumbre de que cuando leo a alguien contar su vida esta esté, no sé, ambientada en una lejana guerra, o en otro siglo y lugar, me sorprendía este señor rememorando música, personajes o hechos que están en mi propio pasado reciente. La sensación de que alguien ya contara como "su pasado" cosas tan cercanas me hacían ver un poco el libro como algo sacado de las noticias y no como "libro-libro". Y a ratos sus reflexiones y epifanías como atropelladas, pretenciosas o efectistas. Lo sé, una tontería, quizá celo generacional, jaja... Que incluyera hacia el final la circunstancia de los atentados del 11/9, por ejemplo. Hasta que saco cuentas y, vaya, de eso ya hace casi 20 años.
Con todo, una lectura amena, empática, bien escrita. Aunque no entiendas qué tanto se necesita estar acodado en aquella barra noche a noche.

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